lunes, 21 de noviembre de 2011

EL CONOCIMIENTO A TRAVES EL TIEMPO

EL CONOCIMIENTO

Aunque el término conocimiento está ligado a la existencia misma del hombre ha adquirido en el momento actual una especial relevancia, con la aparición de un nuevo paradigma que se comienza a identificar como Nueva Economía y se caracteriza por la rapidez del cambio en las tecnologías que le sirven de soporte específico, la globalización, el incremento de la cultura económica del consumidor o cliente y el conocimiento y la información (intangibles) como elementos que mayor valor añaden al producto o servicio (Castro Díaz Balart, 2004).

De ahí la necesidad de analizar las aristas fundamentales que posee, a través de la revisión de la
literatura especializada, con el objetivo de descubrir sus principales dimensiones y las tendencias que caracterizan su gestión en el presente, como punto de partida para investigaciones relacionadas con este interesante tema.

l término conocimiento tiene un origen que se remonta a los albores de la humanidad. Confucio, filósofo chino [551-479 A.N.E] destacó su importancia cuando planteó "la esencia del conocimiento es tenerlo y aplicarlo, o no tenerlo y confesar la ignorancia". Luego
Platón [428-347 A.N.E] lo definió como "creencias justificadas por la verdad" y su discípulo Aristóteles [384-322 A.N.E.] consideró que "todos los hombres por naturaleza desean el conocimiento".

En su acepción actual el
diccionario de la lengua lo define como "acción y efecto de conocer" y según el diccionario filosófico es "el proceso en virtud del cual la realidad se refleja y reproduce en el pensamiento humano".

Karl E. Sveiby, uno de los principales estudiosos de su gestión, entiende el conocimiento como "capacidad de actuar". El énfasis de la definición está en la acción: una capacidad para actuar, un conocimiento, solo puede ser demostrado con la acción.

El conocimiento que se aprende de otro, no abandona al emisor, pero se añade al conocimiento del receptor. El conocimiento existe dentro de las personas y se deriva de la información, aunque no es información simplemente. Los
datos, son números, palabras, sonidos o imágenes no necesariamente organizados. La información, son datos que han recibido un procesamiento y tienen un significado claro y definido. El conocimiento, sin embargo, implica generar acción con la información que proviene de esos datos.

Según Puleo [1985], el conocimiento como información específica acerca de algo puede referirse a dos entidades diferentes: su forma y su contenido. La forma es esencial al determinar las condiciones por las cuales algo puede llegar a ser objeto del conocimiento. El contenido se produce bajo influencias externas y donde se pueden distinguir dos actividades de la mente: percibir y concebir.
Percibir es la actividad mental mediante la cual llegan al cerebro los estímulos del exterior y se realiza el proceso de cognición. Del otro lado, concebir es la actividad mental mediante la cual resultan conceptos e ideas a partir de los estímulos percibidos, los cuales determinan a su vez los conceptos de entender y comprender que hacen que el proceso cognoscitivo culmine en aprendizaje. Se debe diferenciar el entender de comprender, se entiende un hecho, una relación, una palabra, un método, en cambio, se comprende una serie, un sistema, un plan. La comprensión es una aptitud elevada del pensamiento humano.

Hay que tener en cuenta que los
límites entre los distintos tipos de conocimiento son porosos y esto es lo que permite la libre circulación entre ellos [Badarocco, 1992]. Existe diferencia entre conocimiento migratorio (empaquetado, articulado y móvil) y conocimiento insertado. El conocimiento migratorio puede estar contenido en los diseños, en las máquinas y en la mente de los individuos mientras que el conocimiento insertado reside fundamentalmente en las relaciones especializadas entre individuos y grupos y en las normas concretas, actitudes y flujos de información y formas de tomar decisiones que caracterizan los contactos entre ellos.

La clasificación del conocimiento más conocida sigue dos dimensiones: la ontológica y la epistemológica [Nonaka y Takeuchi, 1995].

Las múltiples epistemologías sobre conocimiento se sintetizan en
el trabajo de Polanyi [1962] quien distingue entre conocimiento explícito y tácito. El conocimiento explícito se puede expresar mediante palabras y números, o cualquier otro dato codificado. Sin embargo, el conocimiento tácito, como la percepción subjetiva o las emociones, no se puede instrumentalizar y se transmite en determinados contextos y acciones; es muy personal y difícil de verbalizar o comunicar.

Respecto a la dimensión ontológica Spender [1996] considera dos niveles: individual y colectivo. Nonaka y Takeuchi [1995] hablan de individuo, grupo, organización e interorganización. Spender [1996] señala los siguientes tipos de conocimiento:
Evolución del término conocimiento.

El término conocimiento tiene un origen que se remonta a los albores de la humanidad. Confucio, filósofo chino [551-479 A.N.E] destacó su importancia cuando planteó "la esencia del conocimiento es tenerlo y aplicarlo, o no tenerlo y confesar la ignorancia". Luego Platón [428-347 A.N.E] lo definió como "creencias justificadas por la verdad" y su discípulo Aristóteles [384-322 A.N.E.] consideró que "todos los hombres por naturaleza desean el conocimiento.



plano-ciencia-pq2






















Un momento trascendente para el conocimiento










Un momento trascendente para el conocimiento Pablo García







REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS